Comenzaba la década de los 70 cuando un músico californiano daba a conocer un nuevo instrumento, síntesis de sus conocimientos musicales y sus habilidades para el diseño y la luthería.

Emmett Chapman bautizó al instrumento con su apellido y lo llamó Stick (palo o bastón en inglés), ya que este era su aspecto: un instrumento de cuerdas (diez), pariente de la guitarra, pero muy cercano al piano por su forma de ejecución con las dos manos a la vez haciendo presión sobre las cuerdas, lo que permite al ejecutante tocar con la mano izquierda líneas o acordes bajos y, con la derecha, melodías directamente sobre el diapasón, que ocupa todo su cuerpo.

Al ser un instrumento eléctrico para amplificar, Emmett consideró que la caja de resonancia era innecesaria.

Las diez cuerdas están separadas en dos grupos de cinco, para bajos y melodía, ubicándose las más gruesas hacia el centro del diapasón y disminuyendo su calibre hacia los bordes de este, con las cuerdas más agudas.

La afinación que usó, para aquellos lectores que conocen de música, es por cuartas descendentes para las de melodías (re, la, mi, si, fa#), de la más aguda a la más grave y por quintas ascendentes (do, sol, re, la, mi), de la más grave a la más aguda para las de bajos.

Esta afinación le permitió obtener un gran rango sonoro medido en octavas (7 ½) y, además, facilitar al ejecutante con rigor matemático la misma posición para cualquier tipo de acorde que tocara a lo largo de todo el diapasón, a diferencia de la guitarra, donde cada acorde exige una posición de dedos diferente.

El ejecutante se coloca el instrumento «enganchando» la parte posterior baja de este a la cintura, posicionándolo casi verticalmente, con una leve inclinación, de unos 30º hacia la izquierda, y pasando una pequeña correa de cuero a manera de lazo por debajo del brazo derecho, la que por su extremo se ajusta al clavijero, manteniendo al instrumento en posición.[i]

Como guitarrista, Chapman, comenzó su carrera musical en 1959, hasta 1969 tocó jazz en bares de la zona de Los Ángeles y formó parte de distintas bandas y de la suya propia.

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Su curiosidad y búsqueda de un lenguaje expresivo más personal, lo empujaron a realizar algunas modificaciones a su guitarra, entre las cuales incluyó una séptima cuerda, más grave que la 6.ª mi, afinada una cuarta más grave, si, para ampliar el rango sonoro de notas bajas.

Esto lo llevó, por aquellos años, a probar unas treinta afinaciones diferentes que incluían variantes en la cantidad de cuerdas y a comenzar de nuevo cada vez en esta exploración.

Esta búsqueda se hizo prioritaria para Emmett, que tomó la decisión de parar de tocar en favor de alcanzar esa nueva idea que expandiría las posibilidades musicales de la guitarra, según contó a su grupo de amigos. Hizo esto una y otra vez, descartando en el proceso toda influencia estilística que evitaría escuchar. Modificó y tocó variantes de 8, 9, 10 y 11 cuerdas.

Escuchando piano de jazz, sus técnicas de guitarra se volvieron armónicamente complejas. Ver a Jimmy Hendrix tocar la guitarra con la técnica de tapping, fue lo que lo iluminó y llevó a experimentar tocar con ambas manos, a la manera de un pianista.

Primero hizo algunos ejercicios de dedos con la mano izquierda, luego repitiendo el pattern con la derecha, para posteriormente probar tocarlo con la mano derecha enfrentada a la izquierda, por ambos lados del mango de la guitarra, coincidiendo los dedos de ambas manos, traste por traste.

El flash fue inmediato. Su nueva técnica le permitía tocar con la mano izquierda de forma rítmica y armónica y con la mano derecha de forma melódica. Así fue que en 1970 construyó el primer prototipo de Stick, con una tabla de ébano que, posicionado sobre las diez cuerdas y próximo al puente, tenía una caja que contenía los micrófonos. Necesitaba un instrumento que le dejara expresarse con su nueva técnica.

Posteriormente introdujo el micrófono estéreo, lo que permitió amplificar y utilizar efectos en forma independiente para las cinco cuerdas de bajos y las cinco de la parte de melodía. Esta búsqueda que, como en todo proceso de diseño implicó descartar maquetas funcionales y prototipos, lo acercó a la definición de un producto sin ningún tipo de adorno o artificio innecesario, donde cada elemento que lo compone cumple una función específica y aporta a la particular forma final obtenida.

En 1974, después de diseñar cinco prototipos diferentes de Stick, comenzó la producción de los primeros seis. Todos fueron vendidos antes de empezar su construcción, la que se hizo a mano.

Lo que comenzó como un hobby en el sótano de su casa de Laurel Canyon se convirtió en una empresa que involucraba a otras personas, incluyendo a su esposa Yuta.

La producción fue creciendo desde aquellos primeros años, con tiradas de cincuenta unidades anuales. Paralelamente, tocaba en clubes, universidades, teatros, radios y canales de televisión. Debía difundir personalmente su instrumento a la espera de que sus clientes y alumnos salieran a tocar y colaboraran con su difusión.

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Tuvo la suerte de que dos músicos internacionales, los bajistas Alphonso Johnson (Weather Report, Santana) y Tony Levin (Peter Gabriel, King Crimson), se convirtieran en embajadores del instrumento.

Los años 80 lo encuentran con empresa y clientes en crecimiento. Las nuevas tecnologías no le son ajenas. Comienza a construir los primeros Sticks de policarbonato e introduce The Grid, un sistema MIDI (Musical Instrument Digital Interfase) que le permite disparar y controlar desde el Stick sintetizadores, máquinas de ritmo y computadoras, ampliando las posibilidades sonoras. Es la época del nacimiento también de un nuevo Stick de 12 cuerdas, al que llama Grand Stick. Hacia finales de los ’80 y principios de los ’90, el instrumento y su técnica, a la que patenta con el nombre de Free Hands (manos libres), cuyo libro acompaña cada uno de los Sticks que vende, comienza a ganar nuevos territorios con ventas hacia Europa y Sudamérica.

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Es aquí cuando expande sus puntos de venta y servicio, a través de Stick Center (España y Argentina), Stick México y Stick Japan. El imparable Emmett mejora el sistema MIDI a través de una alianza con la empresa japonesa Roland, que le permite equipar al Stick con los micrófonos hexafónicos y pentafónicos MIDI GK 2 y posteriormente GK 3, además de comercializar los sintetizadores y módulos de la marca japonesa.

Hacia fines de los ’90 y principios del nuevo siglo, la conciencia ambiental que atraviesa al diseño y la producción industrial lo llevan a proponer nuevos materiales para el Stick, más amigables con el medioambiente, como maderas laminadas y bambú. Esta búsqueda de nuevos materiales culmina en el año 2015 con un Stick al que denomina Railboard (carril), donde asemeja los trastes con los durmientes de las vías ferroviarias, formando parte del cuerpo del instrumento, al estar totalmente materializado en una pieza de fundición de aluminio.

Su instrumento y técnica son considerados una de las mayores innovaciones y aportes a la música del siglo XX, formando parte de colecciones permanentes en museos especializados. A los 84 años, Emmett sigue dirigiendo la empresa que creó hace 50 años, Stick Enterprises. Pero, por sobre todas las cosas, sigue siendo músico.