En el final de la década 1980, la caída del Muro de Berlín que representaba la separación ideológica del mundo en dos opciones antagónicas binarias, instala un imaginario de definido por el desdibujamiento de las fronteras territoriales, económicas y políticas, representación que conforma el diseño del proceso conocido como globalización. Pero una década antes ya se había planteado el interrogante sobre las clásicas delimitaciones de los saberes científicos en el marco de las sociedades informatizadas a partir de reconocer usurpaciones y contaminaciones en las fronteras de las ciencias, dando lugar a trabajos basados en la interdisciplina y en objetos de estudio compartidos.

Al mismo tiempo que se discuten las configuraciones con que se definían los Estados nación modernos, en el marco de las disciplinas que estudian la arquitectura y la ciudad, se conforman modelos de crecimiento urbano-arquitectónicos basados en la formulación de nuevas fronteras que se presentan tan firmes como naturalizadas. Un ejemplo es el arco que va desde el enclave, en todas sus versiones y escalas urbanas, hasta el levantamiento del muro limítrofe entre Estados Unidos y México, sin dejar de decir que el resultado de estos proyectos político-arquitectónicos reproduce diariamente graves consecuencias humanitarias.

La problematización de los límites —disciplinares, territoriales, espaciales, ambientales— se configura como un tema inherente a la condición contemporánea del proyecto de arquitectura. En este registro es posible observar las exploraciones desarrolladas por la arquitecta de origen polaco Elizabeth Diller y el arquitecto norteamericano Ricardo Scofidio, atentas a la integración de la arquitectura con los discursos y prácticas del arte. Entre sus obras se destaca el proyecto de la Slow House, en el que reflexionan sobre la obsesión del mercado inmobiliario por la posesión y manipulación de imágenes del paisaje. Como respuesta, adoptan estrategias de diseño que orientan la definición geométrica-objetual según una visualidad pura, alterada por la incorporación de dispositivos audiovisuales.

Esta residencia de fin de semana se conforma por dos muros que aumentan su altura e inclinación a medida que se avanza en su recorrido, a la par que se curvan redefiniendo la perspectiva. La fachada frontal está reducida a una puerta de ingreso a partir de la cual se desarrollan, secuencialmente, las solicitudes programáticas; en este recorrido, un gran ventanal que se abre a la bahía Peconic conforma el remate. Frente a esta gran abertura, una pantalla reproduce imágenes del paisaje circundante: la cámara ubicada en la cima de uno de los dos pilares del lado exterior puede transmitir en directo una vista al agua del mar, o puede también operarse para grabar y reproducir en diferido. La cámara y la pantalla se hibridan con la dimensión física del espacio, expandiendo el campo visual del observador para producir un extrañamiento perceptual, una búsqueda emparentada con las producciones de arte de medios de finales del siglo XX.

Al tensionar la distinción entre visión directa y visión mediada, el proyecto actualiza las discusiones sobre la preeminencia del sentido visual en la cultura y su relación con el poder, y abre, a partir de una intersección entre arte y arquitectura, una problematización entre modos de habitar y nuevas TIC, entre los límites espaciales y territoriales en la utilización de estrategias híbridas de control.

Lucía Espinoza

Arquitecta (UNL). Magister en Historia de la Arquitectura y el Urbanismo Latinoamericanos (UNT). Doctora en Arquitectura (UNR).

Profesora Titular Ordinaria del Área de Humanidades y Ciencias Sociales. Docente de Posgrado (UNL).

Investigadora,  ex  directora INTHUAR (FADU, UNL). Directora de Proyectos de investigación, tesis y becas de posgrado (SCyT-UNL y CONICET).

 

Pablo Ignacio Ferreira

Arquitecto, Universidad Nacional del Litoral, 2015. Docente e Investigador de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (UNL). Ayudante de cátedra en las asignaturas de Teoría y Crítica y Forma y Representación de la Carrera de Arquitectura en FADU-UNL. Miembro de equipos de investigación y extensión en proyectos acreditados por UNL desde 2012.

Lucía Espinoza

Arquitecta (UNL). Magister en Historia de la Arquitectura y el Urbanismo Latinoamericanos (UNT). Doctora en Arquitectura (UNR).

Profesora Titular Ordinaria del Área de Humanidades y Ciencias Sociales. Docente de Posgrado (UNL).

Investigadora,  ex  directora INTHUAR (FADU, UNL). Directora de Proyectos de investigación, tesis y becas de posgrado (SCyT-UNL y CONICET).

 

Pablo Ignacio Ferreira

Arquitecto, Universidad Nacional del Litoral, 2015. Docente e Investigador de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (UNL). Ayudante de cátedra en las asignaturas de Teoría y Crítica y Forma y Representación de la Carrera de Arquitectura en FADU-UNL. Miembro de equipos de investigación y extensión en proyectos acreditados por UNL desde 2012.