Ante la proliferación de ofertas para la elaboración de trabajos y producciones de toda índole para estudiantes de las Universidades, por parte de terceros no partícipes de la vida académica, con promesas de resultado inclusive, como incentivo publicitario. 

Ante la fuerte transformación que se viene produciendo en los procesos de enseñanza aprendizaje, a consecuencia de la dinámica evolución de las tecnologías, dramáticamente presentes hoy a consecuencia de la pandemia global, que ha subordinado los contactos sociales y académicos a las mismas acelerando y facilitando la circulación de información, la Facultad de Arquitectura Diseño y Urbanismo de la UNL cree necesario manifestarse:

La finalidad de la Universidad es, entre sus sustantivas, la de formar hombres y mujeres libres, críticos, con valores, que propendan a la transformación de la realidad en procura del bien común.

Con este fin, la producción, transmisión y distribución del conocimiento es el capital más valorado que una Universidad puede atesorar. La comunidad Académica y más extensamente, la sociedad toda se nutre de este capital. En este proceso, con aquella finalidad como norte, otorga formación y capacitación a sus estudiantes con conocimientos y herramientas que toman la forma de un título profesional.

La sociedad invierte y espera, por lo que pertenecer, y honrar esa pertenencia con conducta y trabajo, debe ser la aspiración más alta de quien ha tenido la posibilidad de recibir esta formación.

No debe haber conducta más vergonzosa para quien haya pasado por las aulas de una Universidad, ni más decepcionante para una sociedad que invierte con esperanza, que la de defraudar los valores comentados.
Buscar la ventaja personal por un atajo que evita el esfuerzo sincero, el trabajo de aprender y formarse dando todo lo que honestamente uno puede dar. El atajo del fraude, de la simulación, de la adquisición de habilidades alquiladas, recibe y recibirá la más grave condena de la comunidad Universitaria.

Hoy, donde la tecnología ha tornado porosas las esferas de las disciplinas, las instituciones y los grupos por la facilidad de comunicación e intercambios con controles que van por detrás de esta dinámica, lo que facilita en igual medida la oferta de producciones “prêt à porter”, vieja conocida en el ámbito universitario, exige recordar la responsabilidad que nos cabe a todos y los fines que nos guían.

La FADU, comprometida en la custodia de estos valores, no claudicará en promoverlos y protegerlos. Recurrirá primero a la docencia, pero no dudará en accionar en el campo académico y judicial toda vez que modalidades deshonestas y reprochables legalmente intenten sustituir la regla del trabajo y el esfuerzo.

GESTIÓN FADU UNL