Estudiantes de todas las carreras de la Universidad Nacional del Litoral participan de una convocatoria a voluntariado pensada para la población mayor en el contexto de la emergencia sanitaria por COVID - 19. Se trata de un trabajo coordinado desde la Secretaría de Extensión Social y Cultural de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), la Obra Social de la UNL y la Federación Universitaria del Litoral (FUL). En una primera etapa, el voluntariado relevó la situación de salud de las personas mayores y con enfermedades crónicas de la UNL y luego, se brindó asistencia a quienes la solicitaron.
Consultada al respecto, la Secretaria de Extensión Social y Cultural, Lucila Reyna, contó que “apenas comenzó la pandemia comenzamos a tener reuniones en el Comité de Crisis de la Universidad para prever todas las contingencias que imponían el aislamiento y el distanciamiento social. Y una de las cuestiones más importantes fue nuestra propia comunidad universitaria, el estado de salud de las personas mayores y aquellos que tienen algún riesgo que agrava la situación ante la posibilidad del COVID”.

Relevamiento y asistencia
Fue así como el Comité de Crisis decidió comenzar con un estudio llevado adelante por el Observatorio Social de la UNL y bajo la coordinación de la FUL, apelando a estudiantes de los últimos años de las carreras de medicina, sociología y terapia ocupacional. A partir del mismo, se relevó información de salud y necesidades de asistencia de 1358 personas mayores de 60 años y/o con enfermedades crónicas, integrantes de la comunidad universitaria.
“Es importante destacar que este voluntariado es un trabajo mancomunado de la OSUNL, la FUL, la propia SESyC y el Observatorio Social de nuestra institución, que en el contexto del aislamiento y el distanciamiento intentan acompañar a los adultos y adultas mayores, quienes están en una situación muy particular. Se realizó todo un trabajo muy importante de relevamiento de datos, de alrededor de 1300 personas, a las cuales se les hizo un seguimiento. Pudimos detectar a aquellas que necesitaban acompañamiento por no contar con apoyo familiar o cercano para, por ejemplo, la compra de alimentos, medicamentos y tramitaciones presenciales y otras que necesitaban asistencia para el uso de herramientas de comunicación y trámites online, por el otro”, explicó Reyna.

Compromiso social
Luego del relevamiento se realizaron capacitaciones a los y las estudiantes sobre medidas de bioseguridad. Y se sumaron voluntarios y voluntarias de todas las carreras de la Universidad, que se encuentran hoy --bajo estrictos protocolos de cuidado-- brindando asistencia social y tecnológica - comunicacional  a la comunidad de mayores de la UNL.
La presidenta de la FUL, Gimena Traba, rescató que “es destacable que los estudiantes participen de estas instancias de extensión universitaria donde no solamente generan un aporte a nivel local sino que pueden adquirir conocimiento desde sus experiencias y complementar su formación académica. Este voluntariado en particular fue un desafío porque mayormente el contacto fue telefónico y hubo que generar  empatía y confianza para establecer un vínculo”,dijo. Y destacó la importancia de que los voluntarios puedan cumplir el objetivo de "que los adultos mayores no se aíslen completamente en este contexto de pandemia y que puedan continuar con sus vínculos sociales, sin ponerse en riesgo”.
Ambas etapas del voluntariado (relevamiento y asistencia) fueron importantes ya que han permitido, por un lado, contar con información epidemiológica clave a la hora de planificar acciones de prevención y cuidado de salud comunitaria y, a la vez, brindar acompañamiento, espacios de encuentro y contacto entre dos generaciones.
Michele Gitrón es estudiante de primer año de licenciatura en nutrición y participa de la instancia de asistencia social. “Me designaron matrimonio. Hago las compras en el supermercado,la carnicería, verdulería y retiro los pedidos de farmacia. Me gusta mucho la experiencia porque es una manera de poder aportar un granito de arena y saber que realmente estas personas están recibiendo un poquito de ayuda. Ellos están agradecidos y a mí me pone contenta eso, poder ayudar es algo muy hermoso”, cuenta la voluntaria.
“Tenemos una historia vinculada al voluntariado universitario… Ante las situaciones de emergencia, la comunidad universitaria siempre se pone a disposición para acompañar y tratar de realizar alguna tarea vinculada con la asistencia”, dijo Reyna. Esta vez, no fue la excepción. “En un contexto pandémico donde los afectados son la totalidad de la población, que nuestros estudiantes sigan dispuestos a ayudar a las personas mayores, en este caso, a las personas en riesgo, muestra nuevamente su compromiso social”, concluyó la Secretaria de Extensión Social y Cultural.