En el marco de las prácticas académicas solidarias, estudiantes de la UNL participan como voluntarios en tareas de acompañamiento educativo en el barrio Chalet de la ciudad de Santa Fe. Provenientes de diferentes unidades académicas, los estudiantes UNL se desempeñan como promotores educativos brindando apoyo escolar a niños, niñas y adolescentes. El trabajo surge como una iniciativa de la organización social La Poderosa y se lleva a delante con la colaboración de la Federación Universitaria del Litoral (FUL) y el programa de Extensión de Educación y Sociedad.

“Al nodo que tenemos en barrio chalet, que conseguimos con mucho esfuerzo, le faltaba una pata muy importante que era el acompañamiento educativo de niños, niñas y adolescentes. Por eso nos contactamos con la Universidad y rápidamente surgió la idea de hacer un voluntariado universitario de promotores educativos”, comentó Claudia Albornoz, militante y referente de La Poderosa.

“Para la universidad es una actividad muy importante, porque nuestra casa de estudios está convencida de tener un deber y un compromiso social, y en este momento de pandemia más aún”, expresó Maria Lucila Reyna, secretaria de Extensión Social y Cultural de la UNL.  En ese marco, Sabrina Rebollo, coordinadora del área Prácticas Académicas Solidarias de Extensión, explicó que  “desde la universidad convocamos a estudiantes de distintas carreras para asistir, acompañar y contener a los distintos chicos que concurren al sitio de la organización social”.

Destacando el valor del trabajo en conjunto, Albornoz subrayó “para nosotros es muy importante la articulación con la universidad, que sus estudiantes vengan al barrio para acompañar a nuestros jóvenes que de otra manera no podrían hacer sus tareas escolares y en estos momentos de pandemia quedarían fuera de la educación”.  Por su parte, Reyna sostuvo que “la virtualidad de la escuela ha generado dificultades, no solo por la falta de conexión sino también por la falta de acompañamiento; es en ese sentido que la universidad con sus estudiantes comprometidos pretende colaborar con los niños y niñas para acompañarlos, que no pierdan el estudio, puedan realizar sus tareas, puedan aprender y comenzar esperanzadamente un nuevo año en el que ojalá la escuela vuelva a la presencialidad”. 

Como cierre de año, el próximo viernes 18 de diciembre, el equipo de voluntarios participará junto con los niños, niñas y adolescentes de una jornada al aire libre. El playón del barrio Chalet será el escenario en donde podrán compartir juegos, actividades recreativas y una merienda. 

Compromiso universitario

“Esta propuesta se enmarca en el compromiso social que la universidad sostiene año a año. En ese sentido la línea de trabajo con niñas y niños, siempre ha sido destacada para la Secretaría de Extensión, que mantiene un trabajo conjunto con diferentes organizaciones e instituciones”, explicó Rebollo. En esta convocatoria en particular, más de 25 estudiantes se presentaron, lo cual pone de relieve “el compromiso y la responsabilidad de los estudiantes universitarios”, resaltó Rebollo.

En tiempos de pandemia y aislamiento social, las actividades del voluntariado universitario fueron repensadas y adaptadas para respetar las disposiciones de restricción y, al mismo tiempo, sostener y desarrollar prácticas solidarias con la comunidad. De esta manera la iniciativa actual tiene como antecedente inmediato el trabajo que las y los estudiantes vienen desarrollando en el contexto de emergencia sanitaria. En ese sentido, se destaca la labor realizada en el Mercado de abastecedores y proveedores de la ciudad de Santa Fe y sus alrededores, donde los jóvenes voluntarios llevaron adelante medidas sanitarias de prevención y cuidado y relevamiento de control sanitario por COVID-19. Del mismo modo, resaltan las actividades de relevamiento de información de salud y asistencia a las personas mayores de 60 años integrantes de la comunidad universitaria, desarrolladas por los estudiantes UNL.

Es necesario enfatizar que todas las tareas ejecutadas por el Programa de Voluntariado Universitario UNL se llevan adelante bajo las normativas de bioseguridad y prevención vigentes en nuestro territorio y enmarcadas en las disposiciones del Ministerio de Salud de la Nación.

La formación de la experiencia

En esta oportunidad, los estudiantes universitarios recibieron una capacitación previa al inicio de las actividades, que se pudieron sostener durante los dos últimos meses, pudiendo asistir y acompañar en las tareas y actividades en el cierre del año escolar.  “La experiencia es enriquecedora, al ser estudiante de un profesorado con este voluntariado puedo vivir día a día lo que en la facultad estudiamos desde la teoría”, expresó Camila Bertona, estudiante del profesorado en matemáticas. Y agregó: “creo que como estudiantes, de esta forma podemos devolver a la sociedad todo lo que vamos aprendiendo, pensando en cómo podemos colaborar con la sociedad desde nuestro rol y, al mismo tiempo, como futuros profesionales”.

Por su parte, Ludmila Arredondo, integrante de la FUL destacó que “entendimos que los estudiantes debemos cumplir un rol fundamental en esta pandemia, la universidad no debía ser una institución aislada sino que debía acercarse y atender a la comunidad con sus demandas y necesidades”. Y subrayó “nuestro papel como estudiantes es acompañar a las niñas, niños y adolescentes alumnos de primaria y secundaria, no solo en cuestiones escolares y académicas, sino también atendiendo a cuáles son sus necesidades sociales, culturales, afectivas”.

Relatando su experiencia, Agustina Diez, estudiante de Ingeniería Industrial, señaló que se trata de “una hermosa oportunidad para conocer otras realidades y aportar mi granito de arena, involucrarme con problemáticas de nuestra sociedad y crecer en lo personal”.