Cada cuarto jueves de abril se conmemora el Día Internacional de las Niñas en TIC por iniciativa de la Unión Internacional de Telecomunicaciones de las Naciones Unidas, de la que la UNL forma parte.

Según el informe “Protagonistas del futuro: emprendedoras STEM en América Latina”, desarrollado por el Centro de Entrepreneurship del IAE Business School en alianza con el BID, “menos del 30% de los investigadores del mundo son mujeres y en Argentina, del universo de carreras STEM solo un 33% son mujeres".

Para encontrar respuestas a esta inequidad de género, la Secretaría de Ciencia, Arte y Tecnología de la UNL, a través de la Dirección de Comunicación de las Ciencias y las Artes dialogó con una especialista en la temática, María Alejandra Ambrosino, directora del Centro de Educación y Tecnologías de la UNL, y docente de Tecnología Educativa de la Facultad de Humanidades y Ciencias (FHUC-UNL), quien brindó una reflexión sobre la importancia que reviste fomentar en estudiantes una formación desde la perspectiva de la mediación tecnológica. Para conocer si desde la Escuela Primaria de la UNL realizan acciones para promover y motivar a las niñas para que participen en carreras tecnológicas se entrevistó a Laura Corral, directora de la Escuela Primaria de la UNL.

Las tecnologías TIC en cifras en Argentina

Las cifras hablan por sí solas: en Argentina el celular es la tecnología con mayor uso, debido a que 84 de cada 100 habitantes emplean teléfono móvil.

Según datos de Informes Técnicos, Vol. 4, en “el cuarto trimestre de 2019, se registró que el 60,9% de los hogares urbanos tiene acceso a computadora y el 82,9%, a internet. Además, los datos muestran que, en la Argentina, 84 de cada 100 personas emplean teléfono celular y 80 de cada 100 utilizan internet. 

El Módulo de acceso y uso de tecnologías de la información y la comunicación (MAUTIC) se llevó a cabo en el marco de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) a solicitud de la Dirección de Informática, durante el cuarto trimestre de 2019, conjuntamente con las direcciones provinciales de estadística (DPE). El objetivo fue relevar las características de acceso a tecnologías en hogares y su uso por parte de la población de 4 años y más.

En lo que respecta, al acceso en los hogares y el uso que hace la población de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) se advierte el acceso a ambas tecnologías (computadora e internet), con mayor penetración de internet: en promedio, 61 de cada 100 hogares urbanos tiene acceso a computadora y 83 de cada 100, a internet.

De acuerdo al MAUTIC 2019, hay más hogares que acceden a internet que a computadora, lo que implica que se amplió la diferencia que se presentó en el mismo indicador el año anterior. 

La diferencia en la utilización de las TICs relevadas entre varones y mujeres es estrecha, con un porcentaje mayor en el caso de los varones en todas las tecnologías. Los varones se encuentran por encima de las mujeres por 1,4 puntos porcentuales en el uso de internet: 80,7% hombres y 79,3% mujeres y 0,6 en el empleo de computadora: 41,7% hombres y 41,1% mujeres. En cuanto al uso de celular, los varones están por encima de las mujeres sólo por 0,2 puntos porcentuales: 84,4% hombres y 84,2% mujeres.

El semillero de la UNL

Para conocer si desde la Escuela Primaria de la UNL realizan acciones para promover y motivar a las niñas para que participen en carreras tecnológicas, se dialogó con Laura Corral, directora de esa institución, quien comentó que “la temática forma parte de uno de nuestros Ejes Transversales en la Educación Sexual Integral (ESI) que es el de identificación y cuestionamiento de los estereotipos de género”.

En este sentido, indicó que “lo trabajamos transversalmente debido a que ponemos especial atención en que las imágenes que compartimos con los chicos y chicas no consolidan los prejuicios relativos a la división por género de ocupaciones y profesiones; por ejemplo, cuando nos visita alguna especialista o conocen a nuestra docente de Tecnologías Digitales -mujer- destacamos que históricamente ha sido un ámbito particularmente dominado por varones”; como así también, “cuando surgen conversaciones vinculadas a lo que imaginan para su futuro nos ocupamos de que chicos y chicas abran la perspectiva en lo que cada quien imagina para sí”, añadió.

“No tengo la percepción de que nuestros estudiantes -en general, niños y niñas- identifiquen las carreras tecnológicas como un recorte especial de sus posibilidades de estudio (diría que, más bien, por su edad y por la familiaridad que en el ámbito universitario tienen hacia las tecnologías digitales las ven como parte de cualquier otro recorrido profesional) pero a favor diría que, quizás porque no tienen una sedimentación histórica como otras, me parece que hay menos para deconstruir desde una mirada de género respecto de estas carreras”, prosiguió.

“Considero que esta situación tiene ver con nuestro particular universo, ya que muchos de nuestros alumnos y alumnas tienen madres con desarrollos profesionales en carreras tal vez no vistas tradicionalmente como destinadas para ellas y que en el trabajo cotidiano  comparten muchas instancias grupales que involucran a los distintos lenguajes en las que claramente no hay distinción de roles entre niñas y niños, pero me resulta inimaginable que el Taller de Robótica, por ejemplo, o cuando se sientan a hacer una animación en grupo, a alguien se le ocurra que eso "no es para nenas". De todos modos, creo que hay mucho para hacer respecto de que imaginen que esas actividades o temas que las y los entusiasman tanto puedan formar parte de una elección de carrera”, enfatizó Laura Corral.

Deconstruir imaginarios sociales

“Antes de reflexionar sobre por qué es importante realizar acciones para promover a las niñas la elección en su formación en carreras tecnológicas, me gustaría comenzar pensando qué lugar ocupa hoy la tecnología en la vida cotidiana, en la educación y en la vida científica”, inició su alocución María Alejandra Ambrosino.

“La tecnología no es neutra. Los estudios en Ciencia, Tecnología y Sociedad (CTS) lo vienen sosteniendo desde hace un tiempo. La tecnología es un producto, es una producción humana. En este sentido, debemos tener una mirada relacional de la tecnología, ya no se plantea una realidad dicotómica, ya no se piensa en la tecnología, por un lado y el desarrollo social y científico, por el otro”, agregó.

“Considero que la educación tiene una obligación de repensar cómo nos formamos como ciudadanos críticos frente al uso de las tecnologías y al desarrollo tecnológico y ahí ubico el tema la igualdad de condiciones para el acceso a la tecnología”, remarcó Ambrosino.

"Una línea a trabajar desde el ámbito educativo es la deconstrucción de ciertas barreras del imaginario social y cultural, que asocian ciertas disciplinas, carreras y también oficios a cierta perspectiva de género. Y desde los primeros momentos de la educación obligatoria”, destacó.

“¿Qué es lo que está desequilibrado? Lo que no está en equilibrio son las miradas que están construidas socialmente. Por ejemplo, ciertas carreras para ciertos sectores o estratos sociales. El acceso de todas y todos a las tecnologías es un escenario que se construye, que se potencia, que se propicia”, subrayó Ambrosino.

“Por eso, me parece relevante que, a través de la educación, se promueva la elección de carreras con desarrollo tecnológico a niños y niñas, independientemente de su condición de género. Estimo que tiene que ver con una cuestión cultural, estamos “formateados” en que ciertas carreras son para hombres y algunas disciplinas para mujeres. Esta situación hay que deconstruir y, al mismo tiempo, en pos de construir nuevos imaginarios sociales a favor de la diversidad”, concluyó Ambrosino.

¿Por qué se conmemora?

El Día Internacional de las Niñas en las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) fue decidido en 2010 por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT)​ el organismo de Naciones Unidas especializado en telecomunicaciones y tiene como objetivo alentar las vocaciones tecnológicas en las niñas y jóvenes, así como luchar contra la brecha digital de género. También alentar y motivar a las niñas para que participen en carreras tecnológicas, tanto en su formación académica, como en el ámbito del ocio u otro tipo de actividades.