Resumen:

Como todos sabemos la arquitectura es una disciplina donde confluyen y contribuyen diferentes saberes; hay apoyos epistemológicos que vienen de áreas cercanas, de las ciencias duras, de las ciencias sociales y de otros campos heurísticos, de lo creativo y que en este singular campo disciplinar encuentra una relativa unidad. También es cierto, que la arquitectura no es una ciencia, sí un tipo de disciplina que no escapa al paradigma que rige la producción de conocimiento en el mundo académico, que es el hipotético-deductivo, en donde los conocimientos se resumen en postulados y éstos, a su vez, conforman cuerpos teóricos que explican, más o menos satisfactoriamente, la realidad. Ciertamente, estamos hablando de cómo surgen nuestros conocimientos disciplinares, conocimientos que desarrollamos en nuestra mente siempre y cuando estemos dispuestos a darles libertad, y no nos transformemos en una maquina determinista trivial (Morin, 2003). Continuando con esta reflexión, podemos afirmar que en nuestra disciplina conviven e interactúan dos tipos de conocimientos, por un lado aquellos que denominamos codificados, que, en nuestro caso, se asocian a los manuales, cálculos, fórmulas, planos y descripciones, entre otros, y que son susceptibles de ser transferidos en forma lógica a través del lenguaje disciplinar. Por otro, aquellos denominados tácitos, que están relacionados con las destrezas personales, con el saber hacer y lo artesanal, y que no son aptos de ser transferidos en forma escrita o lógica. Este último tipo de conocimiento es afín con lo que comúnmente llamamos creencia, que es aquello que los individuos consideran verdadero sin tener sostén científico. Es así que: razón, saber experiencial y creencia, conviven y se articulan en pos de alcanzar una cierta unidad activando los mecanismos del pensamiento. De lo que no hay una señal precisa, es en qué medida concurren el conocimiento codificado y el conocimiento tácito en la práctica de la arquitectura. Tampoco se sabe cómo varían en los distintos procesos y etapas; pero sí sabemos que uno de los objetivos para incrementar el grado de desarrollo consiste en tratar de llevar la mayor cantidad de conocimiento
tácito, o sea know-how, al nivel del conocimiento codificado o científico.

Palabras Claves: CONOCIMIENTO – TÁCITO – OBRAS

Director: Arq. Ramiro Piva
Contacto: rampi@fadu.unl.edu.ar