En el marco de las políticas sobre el cuidado del medio ambiente y el uso eficiente de recursos, la Universidad Nacional del Litoral (UNL), a través de UNL Verde destaca la eficiencia energética como uno de sus ejes de trabajo. Esta premisa se incorpora en el proceso de toma de decisiones relacionadas con la infraestructura y mantenimiento de las instalaciones en todas sus unidades académicas.

Siguiendo estas líneas y en estrecha conexión con el medio en el que está inserta, la Universidad trabaja en el Programa de Ahorro de Energía, cuyo fin es reducir el consumo innecesario en sus instalaciones y fomentar la responsabilidad ambiental entre la comunidad universitaria.

Una de las acciones en la que está trabajando es en el recambio de la totalidad de los tubos fluorescentes por tubos LED. La inversión asciende a 1,5 millónes de pesos, y se sustituirán 13.950 luminarias alojadas en todas las unidades académicas.

“La principal ventaja de la nueva tecnología es el ahorro energético y un mejor rendimiento lumínico”, asegura el arquitecto Enrique Carbajo, quien está al frente de la Dirección de Administración de Servicios de la UNL.

 

Paso previo

Esta iniciativa comenzó hace algunos años, cuando a través del Programa de Ahorro de Energía, a cargo de la Dirección de Obras y Servicios, se hizo la migración de incandescentes a bajo consumo. Esta transición permitió obtener un ahorro muy importante. Sin embargo, se espera que esta modernización con luces LED reduzca  los costos de iluminación en un 30% de la facturación anual.

“El proceso de sustitución es sencillo. Los tubos que entregamos tienen el mismo sistema de conexión que los fluorescentes, solamente deben eliminarse reactancias y arrancadores. Las áreas que antes estaban poco iluminadas, ahora son luminosas y consumen menos energía”, dijo Carbajo.

El plan de recambio está en marcha. se estima que en menos de 60 días, más del 80 % de todas las unidades académicas de la UNL contarán con la nueva luminaria. A diferencia de otras tecnologías, como las lámparas fluorescentes o de inducción, los diodos emisores de luz no contienen sustancias peligrosas como el mercurio, el plomo u otros materiales tóxicos.

 

Medición de consumos

Una de las acciones a concretar es conocer los beneficios reales en relación con la implementación de estas medidas de eficiencia energética, a través de las reducciones de consumos alcanzadas. “Hemos identificado cuánta energía se consumió con el antiguo sistema de iluminación, queda pendiente cuantificar cuánto es lo que se consume con la incorporación de esta nueva tecnología”, y agregó: “Nosotros sabemos que va a significar un ahorro importante de energía, que en menos de 6 meses nos permitirá amortizar la compra de los nuevos artefactos”.

 

Iluminar con energía solar

Además, si se concede un mayor protagonismo a la obtención de electricidad por fuentes renovables, estaremos ante un escenario nuevo y esperanzador para un futuro más sostenible en el ámbito universitario. “El año pasado comenzamos una experiencia piloto en Ciudad Universitaria, sobre todo en las playas de estacionamiento, situadas en la cara este del predio. Es un sector nuevo que cuenta con iluminación con energía solar”, recordó el arquitecto.

Se trata de lámparas autosuficientes que durante el día se van cargando de energía y al anochecer, están programadas para que se enciendan aproximadamente a las 20.30. Su intensidad se regula entre el 100 y el 0 %. “Las tenemos programadas al 80% entre las 20.30 y las 23.30, horario donde circulan más personas; mientras que su intensidad baja al 50 % a las 2 am y al 35 % a las 4. En su totalidad, tienen una durabilidad de 9 horas”, explicó Carbajo.

Por ahora, se está analizando el impacto de estas nuevas experiencias con la finalidad de ser replicadas. La necesidad no es cambiar las fuentes de generación energéticas sino establecerlas, a los fines de economizar en inversiones de equipos y aportar electricidad que pueda ser aprovechada.

En el marco de UNL Verde, la apuesta es por el beneficio que se obtiene a través de la unión de esfuerzos individuales. Todas ellas buscan la concienciación y conllevan a cambiar hábitos de consumo de quienes transitan la Universidad, como por ejemplo: reducir la contaminación, consumir menos energía, lograr un ahorro económico y conseguir un entorno más saludable y respetuoso con el medio ambiente.